22.12.17

Los vecinos catalanes decidieron su futuro

Todo el resultado de ayer en Cataluña parece normal: el ascenso meteórico de Ciudadanos, la bajada o pérdida de la izquierda, el triunfo del nacionalismo, la casi desaparición del PP, la alta participación, las dos Cataluñas.

Pero dentro se esconden detalles imprescindibles de análisis que algunos deberían hacer si quieren seguir en línea. Y los harán, sin duda, para meterlos en el cajón de los “no leídos”.

Se nos desinfla la izquierda, la nueva y la vieja, sin que desde las atalayas queramos saber el motivo. Podemos se ha desinflado como un bizcocho al que se le abre la puerta del horno cuando no tocaba. Ya no gana sino pierde, ya no sube sino baja, para convertirse en esqueleto. El PSC en un momento clave y teniendo a su compañero Podem bajando en serio, no logra nada que no sea mantener los muebles. Está agostado y lo saben.

Incluso ERC que jugaba en casa y con el aire a favor se ha dejado ganar por JuntsxCat que son derechas burguesas aunque tan independentistas como ellos. No, no, la CUP no es de izquierdas reales, es más de la línea anarquista que tampoco es de derechas.

La izquierda sin la CUP ha obtenido un 40,71% y con ella un 45%. Pero la derecha ha logrado un 51,26% Y todo eso dentro de una grave crisis económica que ha destrozado la dignidad laboral y ha agravado las separaciones sociales.

En campaña no se ha hablado de problemas reales de las personas, pero daría igual o en todo caso sería otro déficit de la izquierda. En cualquier caso hay dos posibilidades de ser President. Y las dos son de derechas económicas.


Julio Puente