12.1.17

Pastorada para Charo. En aragonés

En la iniciativa de “Recosiros” promovida por el Departamento de Educación y Cultura del Gobierno de Aragón, se habla —como empiece  de esta iniciativa de la promoción del aragonés como idioma vivo— del cura de Grustán, mosén Vicente Solano y sus famosas “Pastoradas” en aragonés. Pequeñas representaciones teatrales orales entre dos personajes, que hablaban en verso y aragonés sobre sus problemas, en las fiestas de algunas localidades del norte de Aragón.

Representación donde a veces se criticaba desde los obreros al poder de los terratenientes, en unos diálogos entre mayorales y pastores que recorrían los hechos del año anterior, y que por eso fueron prohibidas en la dictadura. En realidad estas representaciones tienen su origen en glosas a un santo patrón, pero metiendo entre texto y texto, puyas hacia el poder, historietas de la vida de las sociedad de aquellos tiempos y que creemos se recitaban desde el siglo XVI.

Vicente Solano Pozuelo nació en Graus en enero de 1791 y aprendió a leer y escribir en el monasterio de San Beturián en el Sobrarbe, para pasar luego a estudiar derecho canónico a la Universidad de Huesca. Tras la Guerra de la Independencia donde luchó como subteniente, se ordenó sacerdote de diversa diócesis de Huesca hasta su muerte en 1866.

Pastorada para Charo - Rapatán

Estando con lo ganato
allá d’alto en Estibiella
las orellas me temblaban,
me tremolaban las pernas
y asustato me cayé
sin saber lo que teneba.

¿Que será. deciba yo,
que el alma me da cien vueltas
y toto toto mi cuerpo
pareixe que pide festa?

Me llevanto y estos güellos (ojos)
que se ha de menchar la terra
torno enta aquestas llanuras
chito alpunto enta la Fueba.

Veigo entonces de aquilabaixo
puyar una gran fumera (humareda)
y siento un olor de magras
que hasta d’alto trascendeba.

Caramba, exclamo yo entonces
si ye de Charo la festa
que mucho que me bailasen
y rebollasen las pernas
y que en las penas los zuecos
pereixesen castañetas!

Deixo, pues, toto el rebaño
al Pastó tarugo lleznas
y baixo a refocilar (alegrar)
la panza en alguna mesa
y a dar 100 brincos y saltos
con alguna jovaretas
que, encara que sigo tío
y años tiengo més de 30,
encara pienso trovar
una muller que me quiera,
pues soy mozo cabalero
y tiengo mías 100 güellas;
y como hoy me he apareixado
con esta ropa tan nueva,
mucho será que no faiga
goyoa alguna sobrarvenca.