27.5.16

La importancia de la Guardia Civil en la celebración de eventos en Aragón

Quién nos lo iba a decir: ser admiradores de la Guardia Civil después de las algaradas que montaban los iletrados sargentos de los años 70 en las casas cuartel, aplicando las Leyes de Orden Público de la época. Función bien represiva que cumplieron encantados sus altos cuadros locales.
Pero desde entonces, hemos tenido la evidencia de lo que supone en materia de robos de maquinaria y viviendas la desaparición del servicio en el medio rural, visto cómo llegan antes a los siniestros que las policías locales –lo que debería ser sonrojante para ellas pero circunstancia a la que asisten impertérritas las Corporaciones, que prefieren que no actúen ante determinados votantes-.
También hemos podido valorar por su ejemplaridad al Seprona, único garante real del cumplimiento de medidas de defensa del medio ambiente en los suelos rústicos fuera de Zaragoza ciudad, su participación más allá de los agravios comparativos en los accidentes de tráfico… El control sobre vertidos irregulares de purines nocturnos o denuncia del abandono de animales muertos en clamores que llevan a cabo. El enorme territorio aragonés ha sido un parque temático de quads franceses vendido desde la propia Aragón.
Calcenada: para el disfrute del Moncayo desconocido es necesario cortar y desviar el tráfico de bastantes carreteras comarcales.
Por ello, en ausencia de una verdadera y necesaria policía civil aragonesa, dirigidos con las menores retribuciones de los cuerpos de seguridad hacia un verdadero servicio público por las subdelegaciones… nadie puede tener una visión crítica sobre su labor en los tiempos que corren.
Al contrario, hoy es noticia qué sucede cuando no existe reposición de sus efectivos: el cierre de cuarteles en el medio rural y la concentración en un único evento por día de los efectivos disponibles.
La organización de la Quebrantahuesos es un verdadero quebradero para Escartín y CC Sabiñánigo. Muchas horas de duración, dos recorridos, dos estados… Muchas posibilidades de hipotermias, ataques,… Todo un reto.
Y la Calcenada, la Quebrantahuesos, el Clásico Altas Cinco Villas, las andadas por el Reino de los Mallos o las concentraciones de vehículos históricos a los que nos lanzamos todas las comarcas aragonesas, buscando un evento diferencial y fuera de temporada alta, de la disponibilidad de efectivos de dicho cuerpo depende. Podemos perderlos de una forma estúpida pero irreversible.
25/05 Luis Iribarren