11.1.16

El Gancho de las Armas y David Bowie

Todo es posible y todo es renovable como la música de Bowie. Con sus defectos, una cultura de izquierdas real ha sido llevada por la ciudadanía a la plaza del Pilar con un alcalde Bowie residente en el barrio de El Gancho, en esa parte del Gancho que prometía llevar el timón pero que languidece. El arranque de la calle San Pablo donde vivía con sus gatos mi hermano Emilio Abanto. Tras él, la restauración de dos palacios como sede de Zaragoza Vivienda Municipal, la nueva ubicación de la Junta de Distrito Casco Viejo, la restauración —entre otras— de la casa de Pedro, la buena salud de Vinos Perdiguer…, pero a cambio de ello, el final de la Posada de las Almas o el restaurante Tres Hermanos. Tampoco ví el éxito de la implantación de la Escuela de Música Municipal en la calle Las Armas.

Pero desde luego el nuevo Alcalde de izquierdas no vive en Las Lomas como el que decía antes que era. Que se cayó del caballo como Saulo y nos dejó crucifijos por los despachos y no con el savoir fair de Madonna.

Aun con todo y hasta hace poco tiempo, me daba la impresión que en el Gancho la cosa no arrancaba como en la Madalena. Pero desde "Esto no Es un Solar" y desde la inteligente programación de ferietas, food trucks y conciertos inteligentes en el Espacio Las Armas, la cosa tiene otro indudable e inequívoco color. Además de las soirées de jazz de la Bóveda del Albergue.

Espero con nostalgia que reabran el Guguzelli y demás bares de Predicadores de los 80…, donde tomar cañas con Krahe y quienes actuaban en el Teatro del Mercado, indómita brecha abierta por el Ayuntamiento en el Gancho.

Con ello, el barrio de San Pablo ha pasado a tener todavía más sabor, sabor propio. El barrio preferido de los que somos de pueblo pequeño vuelve reinventándose. Como el maestro Bowie. La apuesta gafapasta está saliendo bien… El barrio está acumulando patrimonio, neo-patrimonio, arte urbano, bibliotecas medievales espléndidas… La imagen tiene que corresponder con este esplendor oculto, que tanto nos hace disfrutar a quienes siempre lo hemos paseado sin afectar a su esencia hortelana, gitana y marrakeshí. Sin alterar el espléndido racionalismo de los edificios de los 40 de Conde de Aranda. En pocas ciudades hay tal continuidad.

Os dejo con mi letra favorita de mi disco favorito de sir David de Somalia. Sí, seguro que Bowie hubiera sido de la calle Las Armas también, que dicen de los allí nacidos o con su espíritu otros incluso de su entorno.

Poeta Bowie- Ziggy Stardust

Ziggy tocaba la guitarra, lo hacía bien junto a Wierd y Gilly, y a The Spiders from Mars.
Tocaba con la zurda, pero lo hizo muy bien.
Llegó a ser el hombre especial. Entonces, nos convertimos en la banda de Ziggy.

Ziggy cantaba realmente bien, girando sus ojos, y con su pelo enroscado,
como un gato japonés, podía lamerlos solo con la mirada. Podía hacer que se colgaran.
Aquí viene tan sobrecargado, bien cargado y con su bronceado color nieve.

Ziggy tocó durante un tiempo, haciéndonos pasar por un grupo vudú.
Los chicos eran unos vulgares. Él era el más guay, con ese culo que Dios le dió.
Lo llevó todo demasiado lejos, pero, chico, sabía tocar la guitarra.

Haciendo el amor con su propio ego, Ziggy se aspiró su propio cerebro,
como el mesías de los leprosos.
Cuando los chicos mataron a ese hombre, tuve que romper con la banda.

11/01. Luis Iribarren.