8.6.15

¿Puede y debe crecer Aragón? Nota 01

La respuesta es SI en mayúsculas y para intentar construir un debate sobre esto voy a trocear un documento propios en varias entradas para hacerlo digerible. La primera entrada que es esta, resulta poco Aragón y mucho Zaragoza, pero solo en apariencia, pues hay que leerse todo el conjunto para hacerse una idea de lo que pretendo explicar

Las ciudades no son un conglomerado de edificios, de calles, de servicios, de historia. Son sobre todo la unión libre de un montón de personas que han decidido vivir juntas por el egoísmo de que así se vive mejor. 

Antes de que piensen que estoy tonto les advierto que lo que voy a decir está medido bastantes veces y que se repite en muchas encuestas internacionales, donde queda constancia de que las personas se sienten más felices si viven en las ciudades que en los pueblos o en las zonas rurales. Mucho más felices entre un 5% y un 10%; menos infelices entre un 5% y un 8% en las ciudades que en las zonas rurales.

En las ciudades es más fácil tener un nivel de vida aceptable, es más fácil “darse” vida propia y libre, más posible tener una cultura mejor y elevada y un nivel de ocio mayor y mejor. Incluso en la actualidad es más seguro vivir en las ciudades aunque esto no parezca así. La inmensa mayoría de las personas que viven en la zonas rurales de todo el mundo, acuden a las ciudades a consumir cultura, formación, lujo y ocio; en más medida de la que acuden las personas de las ciudades a las zonas rurales y llenas de naturaleza, a consumir ocio o un nivel de vida más alto de calidad. En las ciudades se atiende la salud, la justicia, a los ancianos, etc. 

Pero todos cuando hablamos de ciudades pensamos en Madrid o Zaragoza, en Londres o en Bogotá. ¿Porqué no en Alcañiz o Ejea, en Jaca o Calatayud?

Lo curioso es que ya está demostrado que es más ecologista y sostenible vivir en ciudades que hacerlo en el campo, pero eso lo dejo para otro día, cuando hable de economía urbana y social y la sostenibilidad de las diferentes formas de vida. Donde menos se contamina por persona es en las ciudades en comparación con los núcleos diseminados y pequeños. Curioso pero cierto.