20.3.15

¿A qué espera mi querido Aragón?

Cuarenta años con Franco y cuarenta sin él. Recuperar libertades para quienes vivimos esos años en una España gris a la actual policromada, me ha ayudado a valorar la palabra democracia, a pesar de sus imperfecciones. 

Se me agolpan recuerdos de ese pasado sin juventud, de una escuela que muchos tuvimos que abandonar en edad temprana para trabajar y ayudar a sostener a la familia.

La represión no solo era política. Intentaban aplastar la sexualidad, las ideas, lo diferente bajo el pie férreo del Ejército y con la bendición de la Iglesia. Fusilamientos y garrote vil para disuadir a los contrarios al régimen y portavoces de la libertad. El autoritarismo y antiliberalismo, doctrina del franquismo terminaron poco antes de su muerte. Libertades coaccionadas y analfabetismo para mayor gloria del dictador.

Aragón en ese tiempo, sufrió la más sangrante emigración que se recuerda. En busca de trabajo se abandonaron nuestros pueblos y tierras para enriquecer a otros (Cataluña, País Vasco y Madrid). Desde este negro pasado me viene de vez en cuando a la memoria el valor de vivir en democracia, libertad, y leyes, con ausencia de servidumbres y besamanos. La democracia. Que puso jefes en lugar de amos.

Bien es verdad que la Democracia la hemos empobrecido por cientos de casos de corrupción de personajes públicos, privados, y realezas, por los desahucios, por una segunda emigración o por la pérdida actual de derechos provocada por un gobierno con tendencia al pasado. ¿A qué espera mi querido Aragón? Utilicemos la democracia para defender nuestros derechos y todo cuanto representa Aragón.

Daniel Gallardo