11.1.15

Zaragoza está dormida y no la quiero despertar

Zaragoza está dormida y no la quiero despertar. No es la letra de una conocida jota, es una realidad al alcance del ciudadano al darse un paseo por sus calles, y observar que poco o nada ha cambiado en estos últimos años en nuestra Inmortal ciudad. 

Años perdidos solo excepcionalmente por algún brote verde (axioma muy utilizado por el gobierno central), con la construcción  de la Línea 1 del tranvía, y alguna que otra obra privada, rompe de tanto en tanto la monotonía de mi querida ciudad. Nos dicen que el Ayuntamiento ha estado intervenido por el Estado al sobrepasar el déficit permitido, por lo que se han impedido llevar a cabo todo tipo de inversiones. 

Ejemplo vergonzante es  tener una infraestructura como el túnel de salida de la A68 desde el Portillo, esperando su apertura después de más de seis años de su terminación, algo impensable en cualquier otra gran ciudad del Estado e incomprensible para el sentido común.  ¡Que no se abra al tráfico una obra tan importante para Zaragoza es prácticamente  una situación kafkiana!

Pero más lo es que siga estando en el programa electoral del 2011 del señor Eloy Suárez (como el arreglo de la Avenida de Cataluña), y no haya hecho nada. ¿Lo volverá a poner en el programa electoral de este mayo 2015? Quizás sea esta la razón por la que  según qué proyectos, aquí se eternizan. 

Cuarto Cinturón con un intenso tráfico sin luz en sus farolas desde el día después de inaugurarse o algunas de las infraestructuras que nos dejó la Expo 2008 serían entre otros muchos, ejemplo de dejadez. Llegan las elecciones y ya ardo en deseos de conocer las milongas con las que algunos políticos volverán  a regalar algunos oídos.

Daniel Gallardo Marín