31.10.14

Reflexiones sobre la honradez en Aragón, Yesa y las zancadillas

No recuerdo cuantos años llevamos los aragoneses escuchando el tema del pantano de Yesa. ¿Muchos verdad? Yo recuerdo ir de fin de semana a Mianos, justo allí mismo encima de Yesa, cuando las hijas de mis amigos eran pequeñitas, de la misma edad que hoy tienen sus nietas. Y ya mirábamos con pena y miedo aquellas zonas que se iban a anegar sin saber todavía cuanto ni cuando. Ni por qué.

Yesa era una manera de meternos cruzado el Trasvase del Ebro, por la puerta del: Es que os quejáis de todo, y aunque no era necesario y desmesurado, muchos aragoneses cayeron en la trampa que les contaban algunos de que esto mismo sucedió cuando se planteaba crear el Canal Imperial de Aragón y ahora no seríamos capaces vivir sin él. Mentiras a medias, verdades disfrazadas y pintadas de lo que apetece.

Otra frase típica era: Para una vez que quieren hacer una gran inversión en Aragón, siempre hay jilipollas que se niegan a todo. Esta era buena pues englobaba un sin fin de posibilidades además de insultar a los que nos oponíamos a Yesa, pero yo sin gran ímpetu, todo hay que decirlo. Simplemente en mi caso creía que tan enorme obra no tenía sentido, de cara al siglo XXI. Recorría Artieda y Mianos y temía lo peor, que el poder de esos tan grandes que nunca van al bar de Mianos a tomarse una caña, doblegarían en dos bandazos a los débiles. Y me equivoqué, pues todavía no nos han doblado, y menos, mucho menos, convencido.

A los aragoneses y más a los de CHA siempre se nos ha acusado de ser los negativos los que nunca admitimos lo que se ofrece, los que siempre nos oponemos a todos. Es un mantra que ha calado, hay que admitirlo, pues la mayoría de nuestra organización CHA solo sabe currar y gestionar. Somos escasos en darle la vuelta a lo que comunican para joder. Sin ir más lejos en el Ayuntamiento de Zaragoza hemos estado muchas más veces apoyando para lograr una gobernabilidad que escondidos en una oposición más cómoda. Pero en cambio se nos acusa —sin gobernar— de ser los que gobernamos mal.

CHA en el año 2011 podría haber dejado que gobernara el PP, y jugar a la contra. Nos lo hubieran aplaudido mucho nuestros votantes. Pero Zaragoza no es una localidad menor. Nos tapamos las narices y empujamos aun a costa de caer por el barranco. Recuerdo el desprecio de Belloch hace años, cuando decidió no gobernar con CHA a costa del PAR, mandando a cascala el trabajo todavía hoy reconocido de unos grandes concejales de Chunta Aragonesista que tuvieron que soportar lo que no entendían. Por cierto todos ellos hoy viven en grandiosos palacios y sin trabajar. ¡Mentira! Viven donde vivían y siguen trabajando la mayoría en los mismos puestos o fábricas que antes de ser concejales de Zaragoza. ¿De cuantos más se puede decir lo mismo?

Son cosas del juego político, aunque se muevan las reglas a veces para solaz de algunos jetas. Hemos empezado hablando de Yesa y hemos acabado amargamente recordando algunas zancadillas. Pero lo importante es que hemos trabajado en muchos lugares, durante muchos años y todavía nunca nos han podido señalar de nada deshonroso. Nos quedan muchos años para seguir demostrando que para CHA lo público es sagrado. Los años que quieran los ciudadanos.