Curiosa imagen de la calle Alfonso de Zaragoza, con barro,
charcos, carros y caballerías a lo lejos, en su entrada desde el Coso. Unos
arcos decorativos enmarcaban toda la calle.
A principios del siglo XX, incluso en las calles más
importantes de Zaragoza costaba ver el adoquinado y los inicios de firmes de
calidad. En los barrios los canales para las aguas sucias eran una constante.