19.6.12

Se esperan importantes cambios en el servicio de autobús urbano de Zaragoza

No se valoró correctamente el éxito del tranvía en Zaragoza, y eso, que es bueno para el tranvía, es malo para los autobuses. Por cada viajero de más que emplea en tranvía es un viajero de menos que emplea el autobús. Y esto en un momento clave en los transportes púbicos y urbanos de Zaragoza es una pieza que debemos analizar con sumo cuidado para no cometer errores a medio plazo.
En diciembre de este año hay que renovar la concesión del transporte urbano de Zaragoza. Posiblemente en forma de concesión y no de empresa mixta como se apuntó en un principio, pero que marcará el futuro para las próximas décadas de este servicio público.
La entrada de una nueva empresa, de un nuevo sistema de relación contractual o incluso de un nuevo sistema de empresa mixta provocará un cambio en el servicio. Pero la puesta en funcionamiento del total de la línea 1 del tranvía supondrá otro gran cambio.
Se sabe ya (y se está preparando a los vecinos) qué líneas de autobuses funcionan mal, no son rentables, llevan pocos viajeros, están condenadas a sufrir recortes. Pero esto si no se hace más que con criterios económicos convertirá zonas de Zaragoza muy bien servidos y zonas realmente desastrosas. Debemos además tener en cuanta que no siempre es la población la que marca la usabilidad de un servicio de transporte urbano, sino su edad, el servicio que ofrece, su distancia al centro, su movilidad sociológica. Hay barrios con mucha gente joven que emplea su vehículo privado para los desplazamientos y deja por falta de rentabilidad un servicio a los pies de los caballos.
Las lanzaderas no han funcionado bien como servicio rentable. Sobre todo por la falta de uso al unir zonas alejadas y por ello que utilizan más su vehículo privado. Las líneas menos usadas en Zaragoza son la 56, 57, 55, 54, 48, 27, 50, 25 ó 28. Algunas son imprescindibles como la 50, pero deberían tener un rediseño para hacerlas atractivas en su uso y más útiles.
Debemos tomar algunos aspectos del diseño del ACTUR como planteamiento de futuro para los nuevos servicios. En el ACTUR los autobuses atraviesas las grandes avenidas y son los vecinos los que se acercan hasta ella para tomar el servicio. Un sistema que parece básico y lógico y que es el que se utiliza en las grandes ciudades. Pero en otros barrios, por adaptación de líneas con muchos años en sus trayectos, los autobuses entran por las calles interiores de los barrios, haciendo muchos más kilómetros de los debidos y por ello más caro para las arcas del Ayuntamiento (para todos) y además perdiendo frecuencia y tiempo en estas entradas.
En estos próximos meses nos irán contando muchos cambios necesarios, y todo esto con una satisfacción actual de los viajeros muy alta. Complejo problema. Pero hay dos factores que obliga a los cambios. La puesta en funcionamiento del tranvía. Y la insostenibilidad del servicio actual con unas pérdidas para la ciudad de unos 40 millones de euros cada año. Insostenible en estos tiempos sin subir brutalmente el precio del billete más usado.