16.2.12

El barrio del Picarral de Zaragoza necesita un fuerte impulso municipal

Está en la Zaragoza consolidada pero se está convirtiendo en un barrio degradado sobre todo por las pocas inversiones y las muchas promesas sin cumplir que acumula. “El Barrio del Picarral de Zaragoza se hace viejo. Aquéllos que tienen recursos se marchan al Actur o a otras zonas de la ciudad. Tenemos miedo de que acabe convertido en gueto”. Son palabras del presidente de su Asociación Vecinal Picarral, Juan José Jordá, que muestra sus pesimistas impresiones sobre este barrio situado en la Margen Izquierda de Zaragoza. 

La actual crisis ha hecho que el proyecto del Plan de Revitalización del Picarral, creado en 2009, apenas se haya plasmado en actuaciones. Las esperanzas están puestas en la apertura de la oficina que gestione este plan integral, que si se cumplen las previsiones estará en marcha antes de que acabe el año, impulsada por la Junta del Distrito del Rabal. La imagen nos muestra como debería quedar el barrio, pero la realidad es muy dura y son muy pocas viviendas las que han gozado de ayudas para poder renovarse.

A lo largo de este tiempo, tanto el Ministerio de Vivienda como el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza han realizado algunas actuaciones urbanísticas de renovación en el parqué de viviendas. Al respecto, Jordá recuerda que la mayoría de bloques tienen cincuenta años y presentan problemas de mantenimiento. Casi todos se hicieron sin ascensores. Antes no era un problema porque la gente que llegaba al vecindario era joven. Ahora se han hecho mayores y es imprescindible.


Los vecinos con la actual crisis ya no pueden permitirse afrontar su parte económica para acogerse a las subvenciones que daban las Administraciones para reformar pisos. De las 3.000 viviendas que recogía el proyecto, tan sólo se han beneficiado un 4%. La situación actual es de total parálisis. “Las principales reformas recogían la instalación de ascensores y el revestimiento térmico para acabar con las humedades en los bajos, puertas, fachada y ventanas”.

Otro de los grandes impulsos de la revitalización del barrio iba a ser el traslado del edificio de la Cámara de Comercio para construir vivienda libre y protegida. Por el momento es otra operación urbanística que va al ralentí. Más medidas pasan por recuperar las calles. “Arrancársela a los coches”, en palabras de Jordá, que apuesta por realizar más plazas como la de Juan Acha o la de Belén e insiste en que a excepción de las grandes arterias como Salvador Allende y San Juan de la Peña el resto podría semipeatonalizarse.

El bulevar verde que cruza el barrio está prácticamente hecho. Ahora, en palabras de Jordá, hay que equiparlo con juegos para niños y también con equipamientos para los mayores. “Hay que revitalizarlo, cambiarle la sangre, hacer un barrio atrayente. Si no viene nueva gente, la que tiene algo de economía y posibilidades se va del barrio del Picarral”. Respecto a los olores de las fábricas, asegura que la situación ha cambiado mucho y que las compañías han invertido en mejoras y ahora no se nota tanto como hace unos años. Asegura que la convivencia ha avanzado mucho y las empresas están en “plan dialogante” y van atendiendo las demandas que tienen los vecinos.

Otro problema está en el nuevo centro para mayores del Picarral, que a pesar de estar terminado carece de servicios básicos, como el gas, y otras instalaciones proyectadas en la obra como una biblioteca o el servicio de podología y solo funciona por las mañanas de los días laborables.

Es muy necesario que la Oficina sobre el Plan Integral de Revitalización del Picarral tome cuerpo, con el impulso de los Vocales de la Junta del Distrito del PSOE, CHA e IU, y se empiece a trabajar muy en serio en hacer posible la soluciones necesarias para que el Picarral no se nos convierta a todos en un grave problema de convivencia. Se llevan 3 años de participación y charlas, de mesas de diálogo y estudio y ahora toca de una vez ponerse a trabajar en serio en soluciones.